27 de julio de 2007

Un regalo para los sentidos


Todos los años, al volver de la ermita podemos disfrutar de este espectáculo que nos ofrece la naturaleza: una puesta de sol. Se nos permite, durante unos instantes reconectarnos con la belleza, la simpleza y la grandeza de la vida.






1 comentario:

Unknown dijo...

Precioso atardecer con el color rojido tan característico de esta tierra.

Un saludo.